miércoles, 25 de julio de 2012

... LA TENTACIÓN DE JUAN SIN TIERRA II


La semana pasada quedó en el aire la pregunta: ¿cómo mantener el estado del bienestar si los ingresos que lo hacen posible disminuyen? Hay dos respuestas: o aumentamos los ingresos  o reducimos el estado del bienestar. En realidad, lo más adecuado es una combinación de ambas. Primero hay que diagnosticar el tamaño y los órganos afectados por la hipertrofia del estado del bienestar, que siempre genera un largo periodo de gran crecimiento. Una vez establecido el modelo adecuado hay que analizar si tenemos ingresos suficientes para mantenerlo. Si es así no hay problema. Con recortes se puede lograr el ajuste necesario.

Pongámonos en la circunstancia de que los ingresos no alcanzan para sostener el modelo elegido. Entonces podemos establecer un modelo más pequeño. Esta posibilidad no es nuestro objetivo aunque siempre se podrá acudir a ella si no nos queda más remedio. Nuestra primera opción es aumentar los ingresos. ¿Cómo? Ese es el quid de la cuestión actual. El estado necesita ingresar más y eso pasa por recaudar más. ¿Cómo?

Aquí surge la tentación que llamo de Juan sin Tierra. Todos conocemos la leyenda de Robin Hood, el sheriff de Nottingham, los barones y el príncipe Juan. Como Robin roba a los ricos para devolver a los pobres la riqueza que les esquimalba el Estado, feudal entonces, endeudado por la Cruzada emprendida por el hermano del príncipe Juan, el rey Ricardo.

La tentación del príncipe Juan y sus políticos fue aumentar los impuestos, que acabaron por llevar a la miseria a los más débiles y empobrecer al resto de la sociedad hasta el punto de generar una rebelión que acabó en la concesión de la Carta Magna, origen del parlamentarismo inglés. Su afán por recaudar no creo más riqueza sino más pobreza.
Cada ciudadano tiene una capacidad de pagar impuestos, si se sobrepasa, esta disminuirá, produciendo una menor recaudación a corto medio plazo. Y creo que hemos llegado a ese punto. O se dedican más esfuerzos a incrementar la actividad económica, los que más tenemos manifestamos nuestro espíritu cívico y se reduce el fraude o cada vez seremos más pobres y nos enfangaremos más en el pozo.

(artículo publicado "El Día de Valladolid", 24 julio 2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario