SABOR DE NAVIDAD
El otro día me llamó por teléfono mi hija. Me
llamaba para encargarme que comprara el pan. Mientras hablaba no se pudo
contener y me espetó: “¡Ya verás! Hemos preparado lo que más te gusta”. La
dí las gracias, pensando en que mis
hijas habían echado una mano a mi mujer preparando algo especial de comida. Mi
sorpresa fue que no era una comida de mi gusto sino que ya habían colocado un
misterio que me gusta mucho.
No había podido esperar y a la vuelta del colegio
habían insistido a su madre para que las dejara prepararlo, aunque habíamos
quedado en hacerlo al día siguiente. Lo habían dejado precioso, con unas lucecitas
bajo el espumillón dorado y plateado que daban un aspecto etéreo al misterio.
Como si la Sagrada Familia estuviera flotando en una nube.
La sorpresa se transformó en gran alegría. Porque me
encantan estas fechas, me alegra decorar la casa, colocar el nacimiento, las
reuniones navideñas. Y Dios me ha bendecido con hijos que hacen aún más
especiales estas fiestas. Y lo serán más porque mi hija pequeña nacerá en estos
días, entre Navidad y Reyes. Un motivo más de celebración.
Espero que a pesar de estar en crisis no
escamoteemos la decoración navideña. No podemos gastar como en los años
prósperos pero seguro que de aquella época tenemos suficientes adornos para crear el ambiente suficiente para
acompañar lo más importante: el espíritu de la Navidad, que no es otro que el
de un Dios que se hace pequeño por amor a su criatura, para ayudarla a librarse
de sus ataduras y esclavitudes.
No podemos obsesionarnos con que no podemos gastar
lo de antes. Es igual. Puede que no tengamos para marisco pero otras cosas más
baratas nos pueden dar la misma satisfacción. O más. Lo que más recuerdo son
unos filetes de pechuga de pavo en una salsa de leche con algo más que hacía mi
abuela y que no he vuelto a probar. Eso me sabe más a Navidad que muchas otras
cosas que he probado después.
¡Y no nos
olvidemos del que no tiene! Si conocemos a alguno invitémosle en estas fechas.
Y si no conocemos ayudemos a quienes les ayudan. O hagamos las dos cosas. La
Navidad se acerca y hemos de estar preparados para recibirla.
(Publicado el 11 de diciembre en "El Día de Valladolid")