ORBEXIT
Orbis
Terrarum es un mapa pensado por San Isidoro en su Etimologías. Es
una T en O. El mundo se representa como un orbe, como un círculo,
símbolo de la totalidad, de la perfección. En su interior se
inscribe un T que muestra el centro del mundo en el siglo VII, el Mar
Mediterráneo. Esa T, esa tau, centro del orbe, simboliza la cruz y,
por tanto, a Jesucristo, centro y axis del universo. Como impone la
lógica de la mentalidad simbólica como la de la época, la
exactitud del mapa no es tan importante como lo que quiere comunicar.
Ese
Orbis Terrarum fue evolucionado y no mucho después, un centenar de
años, también en España,en las miniaturas del comentario al
apocalipsis del Beato de Liébana, el orbe deja de ser un círculo
para ser una elipse. La complejidad fue aumentando hasta que el
descubrimiento de América por Cristóbal Colón lo transformó todo.
Se dan otros mapamundi como el de Juan de la Cosa y unos decenios
después, en 1570, Ortelius publica en Flandes su Theatrum Orbis
Terrarum, el primer atlas moderno.
Todo
ha cambiado. El eje ya no es el Mediterráneo sino el Atlántico, la
mentalidad renacentista se impone y el mundo se ve con otros ojos.
Con los siglos, el conocimiento y la tecnología aumentarán, la
mentalidad científica buscará la exactitud y no el simbolismo, la
fe se deja para lo privado, si se deja. Ahora el orbe pivota en el
Pacífico. El punto ya no es Roma, ni Madrid, ni París, ni Londres
ni Nueva York. Es Singapur
Este
nuevo mundo ha relegado a Europa un rincón del mundo. Una Europa que
sigue sin enterarse de ello, que continúa mirándose el ombligo y
las estrías que le ha dejado el adelgazamiento que ha traído la
crisis. Sin atender al Globo, vuelve la mirada al pueblo, al
populismo, al aislacionismo. Sin fe, los valores han perdido su
norte. El problema no es que los británicos apoyen el Brexit. El
quid es que los europeos no nos damos cuenta de que la cuestión es
que el mundo nos margine, nos eche a un rincón. El Orbexit
No hay comentarios:
Publicar un comentario