Perdón por el abandono. A ver si retomo con periodicidad la tarea. Muchas gracias
LOS OJOS DE LOS ÁNGELES
¿De qué color son los ojos de los ángeles? Es lo que me preguntó el otro día una de mis
hijas mientras estaba dibujando. ¿Qué responderían ustedes a esta pregunta? Lo
primero que me vino a la cabeza es el color azul pero según lo estaba diciendo
me di cuenta de que no se trata más que de un convencionalismo, como lo de que
sea rubios. ¡A saber cómo son! Me los imagino como seres luminosos así que saqué la consecuencia de que sus ojos eran de
luz. ¿Pero de cuál de los colores de la luz? Como no sabía con cuál quedarme se
me ocurrió decir que de los siete. Es decir, los ojos de los ángeles son como
un arco iris.
Pero no habíamos acabado, tenía guardada otra
pregunta: ¿Cómo es su boca? Díganme, ¿cómo es la boca de un ángel? Yo no tenía
ni idea. Menos mal que estaba mi mujer que supo desentrañar lo que ocultaba un
interrogante tan inocente. Le dijo: “Los ángeles son felices, ¿no? Pues
entonces sonríen”. Y mi hija también sonrió. Ahí lo tienen, la cuestión era
conocer la esencia de los ángeles para poder representarles adecuadamente.
Y es que en realidad ese es el quid de muchos
aspectos de nuestras vidas. Bueno, el quid de la vida, saber cuál es su
esencia. De hecho eso es lo que nos mueve. Sea intuitivamente, erróneamente o
acertadamente, nuestra creencia de lo que es la vida es lo que justifica
nuestros actos. Aunque a veces modificamos nuestra creencia para
justificar nuestros actos. Esto es la tentación del mal, la acción de
uno de esos ángeles, el más grande de todos ellos, Luzbel, el Diablo.
Pero hay otra tentación, la de quedarnos en lo
accesorio, sobre si los ojos son así o asao. Eso es lo que se suele resumir en
el dicho “discutir sobre el sexo de los ángeles”, que es en lo que derivó la
filosofía escolástica después de haber dado grandes pensadores como Santo Tomás
de Aquino. Perdernos en lo accesorio es perdernos nosotros mismos y la mejor
manera de encontrarnos es regresar a lo esencial. Desde allí podremos orientar
el resto de nuestra vida. Esos es, creo yo, lo que viene a decirnos el Papa
Francisco.
( 3 diciembre 2013, publicado en "El día de Valladolid" )
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